miércoles, 21 de enero de 2015

La Poesía

A) En el Renacimiento
Se da en Italia con Dante y Petrarca, que fueron muy imitados durante los siglos posteriores. Garcilaso en España y Ronsard en Francia incorporaron a su poesía el petrarquismo (las dulzuras y penas de un amor imposible); la idealización de la naturaleza; los mitos clásicos; el estilo claro y preciso, aunque con frecuentes recursos expresivos; el endecasílabo y el soneto.
     -Petrarca: 
 A pesar de haber vivido en el siglo XIV, Francesco Petrarca (1304 - 1374) es un hombre de la Edad Moderna: un gran humanista que recopiló, estudió y comentó las obras de los clásicos, y un gran poeta, punto de partida de la lírica renacentista europea.
Un viernes Santo vio por primera vez a Laura de Noves, mujer casada de la que quedó rendidamente enamorado y que le inspiraría los poemas del Cancionero, el primer libro europeo de poesía con un sentido unitario: el amor no correspondido.
Petrarca ya no ve en Laura a la dama angelical de Dante, sino a una mujer real, aunque idealizada, capaz de despertar sus deseos. El libro consta de dos partes: las rimas compuestas en la vida de Laura, reñidas de angustia y culpabilidad, porque la desea y la venera a la vez; y las compuestas tras su muerte, donde la amada, liberada de su dimensión terrena, goza de presencia de Dios, y el poeta, superada su lucha interior, alcanza mayor paz y serenidad.
     -Ronsard
Pierre Ronsard (1524 - 1585) fue el poeta más relevante de los siete que formaron el grupo titulado La Pléyade. Los unía su admiracion por los clásicos, su afán por introducir en su país las fórmulas italianas y su amor a la lengua francesa.
Ronsard fue muy admirado dentro y fuera de Francia. A los 50 años, en plena gloria, se retiró al campo, donde completó su obra más famosa y personal, Los amores: tres libros de sonetos dedicados a tres mujeres, en los que canta melancólicamente el amor.
Describe todo lo hermoso y delicado que admira en la mujer: el brillo de unos ojos, lozanía de una tez, una sonrisa; pero también todo lo fugaz, de donde derriva la melancolía que envuelve el libro.
El poeta francés invita al disfruta de la vida y del amor. Nada dura, todo pasa; hay que gozar mientras quede tiempo: es el clásico tema horaciono del carpe diem.


B) En el Clasicismo
Durante el Clasicismo y la Ilustración se cultivó poco la poesía. El predominio de la razón sobre el sentimiento, el afán didáctico y la sujeción a todo tipo de reglas cuadraban mal con el subjetivismo propio de la lírica. La fusión de la poesía y el deseo de moralizar dio lugar a la fábula: composición literaria generalmente en verso y con personajes alegóricos, animales la mayoría de las veces, de la que se desprende una enseñanza. Su principal cultivador en el siglo XVIII fue el francés La Fontaine.
    -La Fotaine
Jean de La Fontaine ( 1621 - 1695).Murió olvidado por sus contemporáneos, pero sus Fábulas están hoy intimamente asociadas a la infancia de cualquier persona. A pesar de la aparente sensillez, los doscientos cuarenta poemas que forman el libro son el resultado de una lente labor de composición que se prolongó durante treinta años.
La Fontaine, que se inspira en el griego Esopo (s. VI a. C. ) y en el latino Fedro (s. I ), logra captar con gracia y precisión los gestos y actitudes de los animales. Por medio de ellos parodia con fina ironía todo tipo de comportamientos humanos. Además, posee un  lenguaje lleno de matices: elegante y delicado unas veces, cuando habla el narrador; popular otras, cuando hablan sus criaturas.







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