Antón
Chévjov (1860- 1904) además de ser el gran renovador del cuento, logró el mejor teatro de su época. Compaginó su trabajo médico con la publicación de relatos breves en periódicos. ''Escribir bien -decía- es escribir corto; decir sencillamente cosas sencillas'', lema admirable en quien cobraba a tanto la línea. El éxito de su drama
La gaviota lo orientó hacia el teatro. Murió de tuberculosis a los 44 años.
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