jueves, 4 de diciembre de 2014

La Comedia

Orígenes del teatro latino
Entre los etruscos debió de existir un  teatro popular, improvisado, que quizás no llegara ni a escribirse. Algunos tipos, que después emplearan los comediógrafos (el fanfarrón, el pedante, el viejo ridículo, el tonto...) parecen provenir de esas primitivas representaciones.
Los dramaturgos cultos, sin embargo, tomaron de los griegos los argumentos, la estructura y los personajes de sus obras.
Los dos dramaturgos latinos más celebrados, Plauto y Terencio, vivieron en los siglos III-II a.C. y escribieron comedias. 
Plauto
Plauto (254-184 a.C.) escribio para divertir al pueblo. Trabaja con personajes tipo, que repite constantemente: el asunto es esclavo domestico, el soldado fanfarrón, el viejo verde, la prostituta descarada... Y utiliza una lengua de gran riqueza y colorido (neologuismos, refranes, juegos de palabras, expresiones callejeras a veces obscenas, etc.) con la que nos transmite, sin caer en la vulgaridad, las ideas y el habla del pueblo llano
Las comedias más famosas de Plauto son: La olla, Anfitrión y El soldado fanfarrón. Sus temas, sus situaciones, sus personajes reaparecerán en los grandes cómicos de todos los tiempos, como el inglés Shakespeare o el francés Molière .
Terencio
Terencio (h.195-159 a.C.) fue un esclavo africano que logró acumular una gran cultura y triunfar en el tatro. Murió a los 35 años, en un naufragio, cuando hacía una gira por Grecia.
Los asuntos de sus comedias son parecidos a los de Plauto, pero él aspiraba a agradar a la gente culta, no al pueblo; por ello, en sus comedias hay más reflexión, más refinamiento en el lenguaje, mayor carga moralizadora y un más precisa caracterización psicológica de los personajes, aunque menor comicidad que en las de Plauto.

Laura Pozo

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