lunes, 8 de diciembre de 2014

Las Epopeyas Griegas

No se compusieron para ser leídas, sino recitadas: entre los nobles, que se enorgullecían de sus heroicos antepasados, o ante el pueblo llano, que admiraba las gestas de la clase dirigente.
La acción se desarrolla en ambientes aristocráticos y caballerescos, sin apenas participación de la gente humilde. Los dioses intervienen, aunque no como protagonistas: se parecen a los hombres de sus pasiones y defectos; suelen entrometerse en sus vidas y tomar partido, pero no son omnipotentes. Por encima de ellos está el Hado, fuerza misteriosa que gobierna su destino y el seres humanos.
El poeta que se considera inferior a sus criaturas, narra con absoluto respeto y objetividad, sin mostrar sus sentimientos u opiniones sobre hechos y personas que están muy por encima de él. Además, utiliza un lenguaje culto, elegante, plagado de bellas comparaciones y de minuciosas descripciones.                                                                                                                                                                                         

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